Amanecida
                Soy una amanecida del amor…
                        Raro que no me sigan centenares de pájaros picoteando
canciones sobre mi sombrilla blanca. ( Será que van
cercando, en vigilia de nubes, la claridad
                                      inmensa donde avanza mi alma. )
                         Raro que no me carguen pálidas margaritas por la ruta amorosa que han
                         tomado mis alas. ( Será que están llorando a su hermana más triste, que en
                                     silencio se ha ido a la hora del alba. )
                         Raro que no me vista de novia la más leve
   de aquellas brisas suaves que durmieron mi infancia.
 ( Será que entre los árboles va enseñando a mi amado
                                los surcos inocentes por donde anduve, casta… )
                         Raro que no me tire su emoción el rocío,
en gotas donde asome risueña la mañana.
( Será que por el surco de angustia del pasado,
con agua generosa mis decepciones baña. )
                                       Soy una amanecida del amor…
                        En mí cuelgan canciones y racimos de pétalos,
y muchos sueños blancos, y emociones aladas.
                         Raro que no me entienda el hombre,
conturbado por la mano sencilla que recogió mi alma.
( Será que en él la noche se deshoja más lenta,
o tal vez no comprenda la emoción depurada… )